¿Por qué los presbiterianos bautizan a los infantes?
Aunque el bautismo de infantes ha sido la práctica mayoritaria del cristianismo histórico, su conveniencia ha sido solemnemente cuestionada por cristianos piadosos de varias denominaciones. La cuestión en torno al bautismo infantil se basa en varias preocupaciones. El Nuevo Testamento no ordena explícitamente que los niños sean bautizados ni prohíbe explícitamente que lo sean. El debate se centra en cuestiones relacionadas con el significado del bautismo y el grado de continuidad entre la Antigua Alianza y la Nueva Alianza.
La objeción más crucial de quienes se oponen al bautismo de niños es que el sacramento del bautismo pertenece a los miembros de la iglesia y que la iglesia es una compañía de creyentes. Dado que los bebés son incapaces de ejercer la fe, no deberían ser bautizados. También se subraya que de los bautismos registrados en el Nuevo Testamento no hay referencias específicas a los niños. Otra objeción es que la Antigua Alianza, aunque no transmitía la salvación a través de líneas sanguíneas biológicas, sí implicaba un énfasis étnico en la nación de Israel. La alianza se transmitía a través de lazos familiares y nacionales. En el Nuevo Testamento, la alianza es más inclusiva y permite a los gentiles entrar en la comunidad de fe. Este punto de discontinuidad marca una diferencia entre la circuncisión y el bautismo.
Por otra parte, los partidarios del bautismo infantil subrayan su paralelismo con la circuncisión. Aunque el bautismo y la circuncisión no son idénticos, tienen puntos cruciales en común. Ambos son signos de la alianza, y ambos son signos de fe. En el caso de Abraham, llegó a la fe siendo adulto. Hizo profesión de fe antes de ser circuncidado. Tuvo fe antes de recibir el signo de esa fe. Isaac, el hijo de Abraham, por otra parte, recibió el signo de su fe antes de tener la fe que el signo significaba (como fue el caso de todos los futuros hijos de la alianza).
El punto crucial es que en el Antiguo Testamento, Dios ordenó que se diera una señal de fe antes de que la fe estuviera presente. Puesto que ese era claramente el caso, es erróneo argumentar en principio que es incorrecto administrar un signo de fe antes de que la fe esté presente.
También es importante notar que el registro narrativo de bautismos en el Nuevo Testamento son de adultos que previamente no eran creyentes. Eran cristianos de primera generación. Una vez más, siempre ha sido la regla que los adultos convertidos (que no eran hijos de creyentes en el momento de su infancia) primero deben hacer una profesión de fe antes de recibir el bautismo, que es la señal de su fe.
Aproximadamente una cuarta parte de los bautismos mencionados en el Nuevo Testamento indican que se bautizaban hogares enteros. Esto sugiere, aunque no prueba, que entre los bautizados había niños. Puesto que el Nuevo Testamento no excluye explícitamente a los niños del signo de la alianza (y habían sido incluidos durante miles de años mientras el signo de la alianza era la circuncisión), en la iglesia primitiva se suponía naturalmente que los niños debían recibir el signo de la alianza.
La historia da testimonio de esta suposición. La primera mención directa del bautismo de niños es de mediados del siglo II d.C. Lo que llama la atención de esta referencia es que asume que el bautismo de niños era la práctica universal de la iglesia. Si el bautismo de niños no era la práctica de la iglesia del siglo I, ¿cómo y por qué se produjo este alejamiento de la ortodoxia de forma tan rápida y generalizada? No sólo la difusión fue rápida y universal, sino que la literatura existente de aquella época no refleja ninguna controversia sobre el tema.
En general, la Nueva Alianza es más inclusiva que la Antigua. Sin embargo, los que discuten la validez del bautismo de niños lo hacen menos inclusivo con respecto a los niños, a pesar de la ausencia de cualquier prohibición bíblica contra el bautismo de niños.
Fuente: Biblia de Estudio de la Reforma
Nota: Este artículo es de información, no necesariamente todos los autores del blog comparten la misma perspectiva en cuanto al bautismo.
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